La escuela San Viator está en la Plaza Elíptica, el área más contaminado de Madrid. La plaza alcanzó su límite de contaminación para todo el año en febrero. Los padres de los estudiantes de San Viator quieren un ambiente mejor para sus niños porque la contaminación puede afectar el desarrollo de la memoria de los niños.

El problema viene del tráfico pesado que hay en esta plaza porque muchos coches pasan por allí para ir a otras partes de la ciudad. Debido a los semáforos, hay coches que paran cerca de la escuela hasta cinco minutos y contribuyen mucho al nivel alto de la contaminación.

Solucionar este problema no es algo sencillo porque va a afectar a muchas personas. Una solución que los padres piden es mejorar línea 11 de Metro, que está cerca de la plaza, pero no es tan simple porque el Metro está debajo de poder del gobierno local. Sin embargo, las familias están animando a la gente tomar más transportación pública para disminuir el número de coches en la calle y reducir el nivel de contaminación.

¿Qué pensáis? ¿Qué solución los ofreceríais, si fuerais un estudiante, un padre, un profesor/a de la escuela, o alguien en el gobierno? ¿Es justo pedir a mucha gente cambiar su ruta a trabajo para una escuela? ¿Es posible que la gente cambie su ruta? ¿Pensáis que hay un asunto más grande que ocurre aquí?

https://www.elmundo.es/madrid/2019/06/08/5cf7876721efa017698b457e.html 

MEDIO AMBIENTE

El colegio de la ‘zona cero’ de la contaminación de Madrid

Los padres de los alumnos del centro San Viator, situado en la Plaza Elíptica, exigen un plan de choque para frenar la polución que sufren sus hijos

Los alumnos del San Viator, en una protesta.

Si hubiese que poner una nota al colegio San Viator en temas de calidad ambiental, sin duda, estaría suspenso. Este centro concertado ostenta el triste título de ser el más contaminado de todo Madrid, aunque por causas ajenas a su trabajo.

Sus instalaciones se encuentran situadas en la zona cero de la polución de la capital: la Plaza Elíptica. Y, por tanto, su estación de medición del aire es la líder casi perenne en la mayoría de los indicadores de la contaminación.

Para hacerse una idea, el 5 de febrero, en esta plaza ya se habían incumplido los límites de contaminación que había fijado la Unión Europea para todo 2019. Durante esta semana, la estación de Plaza Elíptica ha marcado 62 microgramos de dióxido de nitrógeno por metro cúbico de aire, muy por encima de los 40 microgramos que fija la UE como valor límite.

Los padres de los 1.400 alumnos de este colegio han dicho basta. Están hartos de que sus hijos sufran los efectos de tanta contaminación y se han empezado a movilizar para exigir soluciones.

El pasado 21 de mayo, organizaron un acto, junto a profesores y alumnos, en el que llevaban mascarillas y reivindicaban que los barrios del sur también necesitan una «atmósfera limpia». «No nos gusta respirar aire sucio», se lamentaron los alumnos durante la protesta.

UN CENTRO NEURÁLGICO DEL TRÁFICO

La Plaza Elíptica, o de Fernández Ladreda, es un punto neurálgico del tráfico de la ciudad. Por allí entran por las mañanas torrentes de vehículos procedentes de las localidades del cinturón sur como Leganés, Getafe o Alcorcón.

La autovía de Toledo, la A-42, pasa por debajo de la glorieta, por la que atraviesan seis avenidas como la Vía Lusitana o la Avenida de Oporto. El tráfico de la plaza es un galimatías y recorrer la rotonda completa puede prolongarse durante más de cinco minutos, debido a los numerosos semáforos.

Los padres del colegio San Viator.ÁNGEL NAVARRETE

«Tendrían que regular el tráfico de la plaza y repensarlo. Los conductores pasan mucho tiempo dentro de ella. Los semáforos duran mucho, los accesos se saturan, con lo que se contamina más», declara Alfredo Arroyo, uno de los padres que lleva a su hija al colegio.

El director del colegio San Viator. Francisco Javier Pizarro, expone así la situación: «Llevamos bastante tiempo con los niveles de contaminación de los más altos de Madrid. Muchas familias se han alarmado. Se deben buscar alternativas como hacer un carril bus-VAO en la autovía de Toledo o construir aparcamientos disuasorios».

El remedio no es fácil, ya que supondría deshacer la madeja del tráfico de la plaza Elíptica, donde también está situado uno de los grandes intercambiadores de transporte público de la zona sur.

La solución implica a tres administraciones: el Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Fomento. Por eso, la Asociación de Padres de Alumnos del colegio (Ampa) pide la creación de una comisión a tres bandas con el fin de elaborar un plan de choque.

«Somos prisioneros de tres administraciones, que es lo peor que te puede pasar. Y hay un falta de sensibilidad y de comunicación entre ellas», indica Manuel Pérez, miembro del Ampa.

También critica que el Paseo de Santa María de la Cabeza, que discurre desde Atocha hasta la Plaza Elíptica, funcione como una auténtica autopista en pleno centro: «Tenemos una autopista de los 70 en mitad de la ciudad en pleno siglo XXI. No tiene ni carril bus ni carril bici y los vehículos van a toda velocidad. Esto supone una herida tremenda para la contaminación ambiental y acústica de la ciudad», se queja Pérez.

LOS SEMÁFOROS DE LA A-5

De momento, los padres se han reunido con la delegada en funciones de Medio Ambiente, Inés Sabanés, para que ponga en marcha algunas alternativas y que convierta Santa María de la Cabeza en vía urbana, como ya sucedió con la A-5. En la carretera de Extremadura se pusieron semáforos y se limitó la velocidad, una medida que estuvo rodeada de polémica.

Sabanés se mostró receptiva a las propuestas, pero argumentó que hay mejoras que no puede abordar porque son competencia de la Comunidad o de Fomento.

Otra de las soluciones que hay sobre la mesa es la ampliación de la línea 11 de Metro, que gestiona el Gobierno regional. Precisamente, la Comunidad ya ha sacado a información pública el borrador del documento técnico de la obra. De ejecutarse esta ampliación, se descongestionaría mucho el tráfico del sur. Los usuarios que viajan por la línea 11 desde el barrio de la Fortuna no tendrían que hacer transbordo en la Plaza Elíptica para coger la línea circular, sino que podrían ir directos hasta Atocha y Conde de Casal, con lo que ganarían mucho tiempo.

Los padres también reclaman aparcamientos disuasoriospara que la gente deje el coche y se mueva en transporte público. Para empezar la Junta de Usera ha aprobado la Zona de Aparcamiento Vecinal para que los residentes tengan prioridad a la hora de aparcar, en un barrio que, según denuncian, se ha convertido en el parking de la ciudad.

Mientras tanto, el desasosiego de los padres va en aumento. Un reciente estudio, que forma parte del proyecto Breathe, dictaminó que la contaminación tiene un efecto neurotóxico y provoca que los niños desarrollen menos la memoria.«Estamos hablando de la salud de nuestros hijos», zanja Ana Fernández, presidenta del Ampa.

Son conscientes de que no hay soluciones mágicas, pero piden a los políticos que encuentren medidas para frenar la elevada contaminación en el barrio.